Badajoz y Provincia

Restos de vecino de Castuera que murió en prisión franquista de Orduña serán reinhumados

'Por fin José Gómez Narváez tendrá una sepultura digna en el lugar elegida por su familia, y no en aquella fosa que eligieron sus represores'.

Los restos de José Gómez Narváez, un vecino de Castuera que murió en 1941 en la prisión franquista de Orduña (Bizkaia), serán reinhumados en un acto de homenaje este sábado en el Cementerio Viejo de Badajoz, las 11:00 horas.

Así pues, sus restos tendrán una "sepultura digna" elegida por sus familiares, después de ser recuperados de la fosa común del cementerio de Orduña e identificados por ADN, gracias a la "extraordinaria" labor de Gogora, el Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos del Gobierno Vasco.

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Extremadura (ARMHEx), tal y como señala en una nota de prensa que una "parte importante" de los presos que pasaron por la Prisión Central de Orduña eran extremeños. Una prisión franquista que se levantó en 1937 en el Colegio de los Padres Jesuitas, primero para albergar a prisioneros de guerra leales a la República y después, a partir de 1939, para "todo tipo de presos que fueran calificados por los fascistas como desafectos al régimen".

Las condiciones de vida eran "durísimas e inhumanas: torturas, hambre, humillaciones, esclavitud y muerte", añade la Armhex en un comunicado.

La mayor parte de los presos extremeños provenían del campo de concentración de Castuera, del campo de concentración de Santo Domingo de Mérida y otras prisiones extremeñas, de los cuales al menos 127 (125 de la provincia de Badajoz y dos de la de Cáceres), murieron por las "extremas condiciones de dura reclusión, falta de higiene y alimentación" en estas instalaciones, según el registro de la propia cárcel.

Después de exhumarse e identificarse los restos, gracias a la colaboración de las familias y de la labor de Gogora "por fin José tendrá una sepultura digna en el lugar elegida por su familia, y no en aquella fosa que eligieron sus represores", apunta.

José Gómez Narváez, natural de Castuera y residente en La Haba, era carpintero de profesión, estaba casado y tenía cuatro hijos. Fue condenado por auxilio a la rebelión a 20 años de prisión, ingresó en Orduña el 25 de febrero de 1940 procedente de la Prisión del Partido de Villanueva de la Serena.

Cabe destacar que murió el 6 de abril de 1941, a la edad de 50 años. Después de pasar por varias instituciones penitenciarias en Extremadura fue enviado a la Prisión Central de Orduña para cumplir su pena, donde "como tantos otros encontró la muerte".

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