¿Te estás planteando cerrar una terraza o balcón? Elige entre cerramientos PVC y aluminio

Cada vez más personas buscan formas de ganar espacio útil en casa o proteger determinadas zonas del viento, el frío o la lluvia. En ese contexto, los cerramientos se han convertido en una solución práctica y muy demandada. Ya sea para aprovechar mejor una terraza, aislar un porche o simplemente mejorar el confort del hogar, contar con un buen cerramiento puede marcar la diferencia. Y en ese punto, suele surgir una duda muy habitual: ¿me conviene más un cerramiento de PVC o de aluminio?

Ambos materiales están presentes en muchas instalaciones modernas, pero no funcionan igual ni ofrecen los mismos beneficios. Elegir uno u otro depende de varios factores, como el tipo de espacio, el clima de la zona o el nivel de aislamiento que se necesite. Por eso, es importante conocer las características básicas de cada uno antes de tomar una decisión definitiva.

El PVC es un material plástico que se caracteriza por su gran capacidad de aislamiento térmico y acústico. Gracias a su composición, actúa como una barrera frente a las temperaturas exteriores, lo que puede suponer un ahorro considerable en calefacción o aire acondicionado. Además, es resistente a la humedad y a la corrosión, algo especialmente útil en zonas costeras o lluviosas. En cuanto al diseño, suele presentar perfiles más anchos, lo que se traduce en un aspecto algo más robusto, pero también más hermético.

El aluminio, por su parte, es más ligero y tiene una apariencia más moderna y minimalista. Permite fabricar cerramientos con perfiles delgados que dejan pasar más luz natural, lo que resulta ideal en balcones o terrazas donde se busca luminosidad. Aunque por sí solo no aísla tanto como el PVC, existen versiones con rotura de puente térmico que mejoran notablemente su comportamiento en climas fríos o calurosos. Además, es un material muy duradero que resiste bien el paso del tiempo y los cambios de temperatura.

Para saber cuál se adapta mejor a tus necesidades, conviene pensar en el uso que se le dará al espacio. Si se busca un lugar confortable durante todo el año, con buena protección frente al ruido o al frío, el PVC suele ser la opción más recomendada. En cambio, si se trata de una zona en la que prima la estética o la ligereza del diseño, el aluminio puede encajar mejor. También influye el presupuesto, ya que aunque ambos materiales tienen precios competitivos, las características del cerramiento —como el tamaño, el tipo de vidrio o el acabado— pueden hacer variar bastante el coste final.

Tanto el PVC como el aluminio requieren poco mantenimiento. En la mayoría de los casos, basta con limpiarlos con agua y jabón para mantenerlos en buen estado. Son materiales que no se oxidan, no necesitan pintura y resisten bien las inclemencias del tiempo. Por eso, más allá del material, lo importante es contar con una buena instalación profesional que garantice un resultado duradero y eficiente. Empresas especializadas como https://www.novaven.es, ubicada en San Juan Playa (Alicante), se encargan precisamente de este tipo de instalaciones.

Contar con un cerramiento bien elegido puede mejorar no solo el confort de la vivienda, sino también su eficiencia energética y su valor a largo plazo. Antes de tomar una decisión, conviene valorar bien todas las opciones, comparar calidades y consultar con profesionales del sector. Tanto el PVC como el aluminio tienen mucho que ofrecer, y la elección dependerá, en última instancia, del equilibrio entre funcionalidad, diseño y necesidades personales.