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16 junio 2025 | Publicado : 14:38 (16/06/2025) | Actualizado: 14:39 (16/06/2025)
La trayectoria de Santiago Santana Cazorla comenzó en el barrio de Cercado de Araña, en las Islas Canarias, donde desde joven trabajó en pequeñas reparaciones eléctricas. Estas actividades le ofrecieron un primer contacto con el mundo técnico y le inculcaron una mentalidad de autonomía profesional. Su entorno familiar fue su único apoyo económico cuando, con apenas 21 años, decidió emprender por cuenta propia.
La compra de su primer camión fue el punto de partida de una aventura empresarial que fue tomando forma sin grandes estructuras, pero con una fuerte convicción. Primero en el ámbito de la construcción, luego abriéndose hacia el sector turístico, Santana aprovechó el auge de Canarias como destino internacional. Esta estrategia le permitió ampliar su presencia y diversificar su oferta dentro del mercado regional.
En sus inicios, Santana Cazorla centró su actividad en obras locales de carácter residencial e infraestructural. Su empresa comenzó ganando terreno en el sector a través de contratos públicos y privados, lo que facilitó su reconocimiento profesional y la consolidación de una red de colaboradores estratégicos en varias islas.
Durante los años setenta y ochenta, la inestabilidad económica obligó a muchas empresas a cerrar, pero Santana adaptó su modelo para seguir operando. En este período incursionó en el turismo inmobiliario, con proyectos como Pasito Blanco. Esta decisión marcó el comienzo de una diversificación que apuntaló su crecimiento con base en el desarrollo vacacional y el impulso de la construcción turística.
Tras afianzar su posición en Canarias, el grupo de Santana se expandió por otras regiones de España y posteriormente a nivel internacional. La compra del club Aldiana fue uno de los grandes hitos, ya que consolidó su presencia en el mercado europeo. Esta fase permitió ampliar su influencia dentro del sector hoteleroy fortalecer la presencia de su marca en entornos turísticos internacionales.
El grupo incorporó progresivamente criterios de sostenibilidad en sus procesos. Colaborando con centros de investigación y universidades, integró soluciones tecnológicas que mejoraban la eficiencia energética y reducían el impacto ambiental. Este enfoque hacia una construcción verde fue clave para su reputación y para alinearse con los nuevos valores del mercado ecológico.
Desde el punto de vista organizativo, Santana fomentó entornos laborales donde primaba la estabilidad, la formación continua y la cooperación. Estableció políticas internas orientadas a retener talento y generar estructuras de trabajo eficiente, basadas en la confianza y el compromiso del equipo.
La historia del grupo empresarial no responde a una fórmula genérica, sino a una combinación de intuición, esfuerzo y análisis constante del entorno. La trayectoria de Santiago Santana muestra cómo avanzar sin improvisaciones, siempre midiendo los riesgos y tomando decisiones fundamentadas.
Esta forma de trabajar le permitió consolidar una empresa activa en la construcción, el desarrollo inmobiliario y el sector turístico, con resultados sostenidos a lo largo del tiempo. Su legado es hoy un referente para quienes apuestan por crear valor desde cero y con impacto en la economía regional.
